Si realizamos una búsqueda por internet de cursos de diseño web, vamos a encontrar una gran oferta formativa, con nombres, en muchos casos, rimbombantes, y que nos ofrece la posibilidad de convertirnos en diseñadores web con una formación de 50 horas.

Dejando de lado lo cuestionable que es afirmar que una persona puede convertirse en diseñador web con tan poco esfuerzo formativo, esta tendencia responde a un determinado proceso de aplicación de tecnología al diseño de webs.

Lo cierto es que en el desarrollo de sitios web, la llegada de programas de maquetación, como pueden ser Dreamweaver, que generan automáticamente el código de nuestro sitio web, permitiéndonos realizar todo el trabajo de forma visual, ha hecho que muchas personas se acerquen al desarrollo de sitios web y que muchos centros tomen este tipo de programas como forma de enseñar diseño web.

También otras tecnologías como los gestores de contenidos han hecho más fácil el desarrollo de sitios web, popularizando esta tarea entre muchas personas interesadas. Lo cierto es que la tecnología, poco a poco, va facilitando los procesos.

Pero la realidad es que cuando hablamos del aprendizaje del diseño y desarrollo de sitios web, conviene que hagamos ver al interesado la importancia de volver sus ojos hacia la base, hacia el principio de todo, el HTML.

Todos los que hemos usado alguna vez programas como Dreamweaver, nos hemos encontrado, en alguna ocasión, con limitaciones a la hora de desarrollar nuestro proyecto como deseamos. También era común, especialmente en versiones antiguas, que Dreamweaver generara determinados efectos con interminables líneas de código cuando se podían lograr con apenas dos líneas.

En ese momento es cuando la persona que tiene conocimientos de HTML, JavaScript y CSS, abandona Dreamweaver y se dedica a trastear directamente el código de su sitio web para conseguir que éste haga lo que él quiere.

Además de esto, nos encontramos con que el conocimiento extenso de HTML, JavaScript y CSS, entre otras tecnologías, nos va a permitir aprovechar mucha de la tecnología que actualmente se ponen a disposición de los diseñadores web, permitiéndonos personalizarla convenientemente.

Es el caso de los gestores de contenido, que nos permiten realizar de forma relativamente sencilla nuestro sitio web, a partir de plantillas prediseñadas, simplemente cambiando determinadas imágenes y los textos de las mismas.

El problemas viene cuando queremos personalizar determinados aspectos de las plantillas. Si no tenemos conocimientos de CSS, JavaScript y no entendemos, al menos, como funciona y se estructura un documento PHP, la tarea de conseguir personalizar nuestra plantilla, se convertirá en un imposible.

Algo tan sencillo como cambiar el color de los títulos, del texto, el tipo de letra o el tamaño, requiere tener los conocimientos necesarios de CSS, con lo que si no tenemos dichos conocimientos, la posibilidad de personalizar una plantilla se dificulta.

Con esto solo queremos hoy aconsejar, a todos aquellos que se acercan por primera vez al diseño web, que no se dejen llevar por el camino cómodo y que se esfuercen en aprender a manejar la base de todo, las tripas de un sitio web, HTML, CSS, JavaScript, PHP, etc.