Una de las tareas perseguidas por todo usuario es conseguir que su ordenador funcione como el primer día. Esta tarea se caracteriza por se muy poco agradecida, pero lo cierto es que, a largo plazo, da unos frutos que hacen que merezca la pena empeñarse en este trabajo.

Vamos a ver esos pasos que debemos seguir y que van a conseguir que nuestro ordenador funcione como el primer día. Lo primero que tenemos que saber es que, estos pasos, realizados de forma regular, conseguirán un mayor impacto en el rendimiento global del sistema.

El acceso a internet ha traido consigo el acceso a multitud de programas a los que podemos llegar con un solo click. Esta ventaja que aporta internet se puede convertir en algo negativo ya que la instalación de múltiples herramientas que terminamos por no usar no hacen más que ralentizar el rendimiento de nuestro equipo.

Para solucionar este problema bastará con desinstalar aquellos programas que ya no usemos. Para ello deberemos ir hasta el panel de control, opción programas y programas y características. Aquí encontraremos un listado con todas las aplicaciones instaladas en nuestro equipo.

Para desinstalar las que deseemos, tan sólo tendremos que seleccionarla y pulsar posteriormente la opción desinstalar. Así realizaremos una desinstalación limpia del programa. Algunos programas requieren el reinicio del sistema para completar la acción de desinstalarse.

La desfragmentación del disco duro es otra de las opciones que podemos llevar a cabo para conseguir que el ordenador funcione como el primer día. El objetivo de esta aplicación que podemos encontrar entre las herramientas del sistema de Windows, es solucionar la fragmentación que se produce, en ocasiones, en nuestro disco duro.

La fragmentación es un fenómeno que se produce en nuestro disco cuando los ficheros o programas almacenan su información en áreas no contiguas. Esto provoca que sea necesario más tiempo para reunir todos los pedazos del mismo o para encontrar el sector donde escribir nueva información.

A menudo, cuando el sistema falla y se vuelve inestable, hasta llegar a reiniciarse, o bien cuando el sistema se apaga de forma incorrecta, Windows nos ofrece la posibilidad de realizar una comprobación de errores antes de proceder al inicio de la máquina.

Sin embargo, y principalmente debido al tiempo que tarda en realizar un escaneo de comprobación de errores en el disco duro, muchas veces omitimos esta comprobación con lo que dejamos nuestro equipo más expuesto. Conviene realizar este proceso, no solo cuando lo solicite Windows, sino también cada cierto tiempo.

Otro de los aspectos que podemos tener en cuenta para conseguir que nuestro ordenador funcione como el primer día, es la eliminación de los archivos temporales, especialmente los provenientes de internet. Y es que con nuestra actividad en la red, se generan archivos temporales que quedan ocupando espacio en nuestro equipo.

Para solucionar este problema procederemos a eliminar los archivos temporales de internet, bien desde el liberador de espacio en disco que encontramos en las herramientas de sistema de Windows o bien mediante la opción que para ello incorporan todos los navegadores.

Por último no olvidemos en ningún momento respaldar nuestros datos, de forma que tengamos siempre una copia de seguridad de los mismos y no suframos una pérdida irreperable de los mismos.